Abuela Sauce
Educación
El sistema educativo industrial surgió en el S XIX con la Revolución Industrial y sigue siendo el modelo educativo vigente. Este sistema se diseñó para satisfacer las necesidades de la industrialización: preparar personas útiles para el engranaje de la industria. Así, la jerarquía de las disciplinas respondía a su utilidad en la industria: las matemáticas tendrían más importancia que la danza porque serían más aplicables en el marco industrial.
Para crear profesionales útiles el modelo educativo integra cierta información en la mente de los estudiantes, como quien instala un software en un ordenador vacío. Así, los estudiantes se transforman en piezas útiles que encajan en la máquina del sistema industrial.
Esta entendimiento actual de la educación y de la profesión usa la metáfora de las máquinas u ordenadores como marco de pensamiento, metáfora extendida en varios ámbitos de nuestra vida.
1. Sistema educativo industrial
Cuerpo
La medicina tradicional Occidental es otro ejemplo de disciplina que usa la metáfora de la máquina para entender el cuerpo. La profesión se especializa en "arreglar" las diferentes piezas del sistema y evalúa el estado de la máquina con indicadores de funcionamiento de sus mecanismos.
Cuidamos los aspectos tangibles propios de una máquina: el alimento como combustible, la limpieza, la buena circulación de los flujos, la buena estructura física, etc. Pero, lógicamente, descuidamos los aspectos impropios de una máquina: las emociones, la paz interior, el propósito o la consciencia.
“(…) este cuerpo como una máquina que, por ser hecha de manos de Dios, está incomparablemente mejor ordenada y posee movimientos más admirables que ninguna otra de las que puedan inventar los hombres”
El Discurso del método, René Descartes, S XVII
Planeta
El sistema agrícola también entiende la tierra como una máquina: introducimos unos insumos (agua, fertilizantes, etc.), la tierra-máquina los transforma y recogemos el alimento como producto final.
El sistema agrícola usa el método del monocultivo: planta una sola especie en líneas en grandes superficies. Así, optimiza los procesos y recursos, abarata costes con economías de escala y facilita la automatización: permite que la máquina funcione al máximo rendimiento.
2. La Tierra: máquina de producción de alimentos
De nuevo, usamos la metáfora de la máquina para entender otra área de nuestra vida: ¿Por qué está tan presente en nuestro pensamiento?
La Abuela Sauce
¿Recuerdas la Abuela Sauce de Pocahontas? Este personaje pertenece a una visión del mundo más presente hasta el S XVII. Entonces, el Universo se entendía como un ente vivo impregnado de espíritu e inteligencia. Las plantas, los árboles, la tierra, las estrellas, y la Luna tenían alma. Todo tenía vida propia. Esta visión tiene varias denominaciones, entre ellas “animista”.
La Revolución Científica
En la Revolución Científica del S XVII se descubre que el Universo se rige por leyes matemáticas que permiten prever su comportamiento. Es el caso de la ecuación de Isaac Newton para predecir la trayectoria de los cuerpos. A partir de este momento, las ecuaciones matemáticas se establecen como el único lenguaje válido de comunicación entre el Universo y el hombre.
Las ecuaciones matemáticas describen todo aquello que es material y medible, pero no pueden explicar el alma, el espíritu o la vida. Por este motivo la ciencia clásica despoja el Universo de alma y vida propia y se centra en la parte material que puede entender y predecir.
La Abuela Sauce es la unión de materia (madera, savia y hojas) y alma (espíritu, vida), pero bajo la visión científica no es más que átomos ordenados, igual que los animales, las plantas o los planetas.
3. Alma y Materia: de unión a separación
“El río Doce que nosotros, los Krenak, llamamos Watu, nuestro abuelo, es una persona, no un recurso, como dicen los economistas (…) Cuando despersonalizamos el río, la montaña, cuando los despojamos de sus sentidos, considerando que éstos son atributos exclusivos de los humanos, permitimos que estos lugares se conviertan en residuos de la actividad industrial.”
Ideias para adiar o fim do mundo, Ailton Krenak, Líder Indígena, 2019
Controlar el Universo
René Descartes y Francis Bacon, entre otros, denominaron Mecanicismo a la visión del Universo como una gran máquina inerte despojada de vida propia y programada por leyes matemáticas fijas.
Si el Universo es una máquina y las máquinas son una invención humana, el hombre queda en una posición privilegiada para explorar cómo funciona y usarla a su favor. El hombre queda legitimado para jugar con el mundo-máquina como si fuera de plastilina: moldearlo, estirarlo y retraerlo a placer.
“(…) conociendo la fuerza y las acciones del fuego, del agua, del aire, de los astros, de los cielos y de todos los demás cuerpos que nos rodean, tan distintamente como conocemos los oficios de varios de nuestros artesanos, podríamos aprovecharlas (…) y de suerte hacernos dueños y poseedores de la Naturaleza (…) nos permitirían gozar sin ningún trabajo de los frutos de la tierra y de todas las comodidades que hay en ella.”
René Descartes, filósofo, matemático y físico, S XVI – XVII
Lenguajes del Universo
El Mecanicismo es uno de los lenguajes que el Universo utiliza para comunicarse con nosotros, el de las matemáticas, sin embargo, no es el único. Reducir la noción de realidad a un solo lenguaje empobrece nuestro entendimiento de esta realidad. Piensa en una persona a la que aprecies e imagina que solo pudieras comprenderla desde sus atributos matemáticamente medibles: su estatura, su peso o su presión arterial. ¿Cuántas cosas te estarías perdiendo? Lo mismo nos está ocurriendo con el Universo, nuestra experiencia está tremendamente empobrecida.
Aprender nuevos lenguajes para entender el Universo nos descubrirá nuevas perspectivas y enriquecerá nuestra vivencia en el planeta.
¿Y entonces, ampliamos el repertorio?
____________ Bibliografía
El Discurso del Método, René Descartes
¿Las escuelas matan la creatividad? TED Talk, Ken Robinson
Terra Viva, Stephen Harding
El Elemento, Ken Robinson
Una Guía para los perplejos, E.F. Schumacher
Gaia: una Ciencia para curar el planeta, James Lovelock
Ideias para adiar o fim do mundo, Ailton Krenak
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